Recientemente ha caído en mis manos el artículo “Osteopathic manipulative treatment for low back pain: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials”. Destaco este artículo pq siendo bastante reciente (año 2005) es un metaanálisis de ensayos controlados aleatorios entre 1973 y el 2001.

Un metaanálisis es un estudio que analiza e integra la información primaria disponible a partir de diferentes estudios clínicos basados en un mismo problema de salud. Es el análisis conjunto de los análisis disponibles. Los resultados de un mataanálisis  tiene un poder estadístico mayor ya que compara los resultados con los demás estudios disponibles sobre la misma materia. Una de las principales dificultades metodológicas que tienen los metaanálisis surge de la heterogeneidad de los ensayos clínicos que analiza. Por esta razón, el criterio de inclusión debe ser muy estricto. Podéis encontrar más información (en castellano) sobre la importancia de los metanálisis en ámbito de las ciencias de la salud aquí
En este caso, el criterio de selección de los artículos fue extremadamente riguroso, quedando descartados multitud de ellos y basándose finalmente en 6 ensayos. Por ese motivo, las conclusiones extraídas de la revisión sistemática pueden ser consideradas muy concluyentes. El estudio demuestra el efecto positivo del tratamiento manipulativo osteopático (OMT) en la reducción del dolor lumbar (comparado con el placebo y con una duración mínima de tres meses).

Más allá de los resultados, y analizando la metodología de investigación de los 6 ensayos seleccionados, quisiera destacar el protocolo de tratamiento aplicado. Como comenté en esta entrada del Blog, el método científico nos dice que en un estudio, la intervención debe estar protocolarizada para ser reproducible por un tercero. Este proceder, contradice los principios que rigen nuestra profesión que aplica una terapéutica individualizada y adaptada a cada caso particular. Pues bien, si buscamos en las investigaciones fruto de estudio de este metaanálisis, en el apartado “OMT protocol” encontramos “Variety of techniques”, “Low-force techniques”, “Variety of techniques, individualized to patient” y “Variety of techniques, individualized to subject”.

Todo ello me hace pensar que, teniendo en cuenta la rigurosidad del estudio, las citaciones que tiene (94) y que recoge ensayos hechos tanto en USA como en UK, es posible una investigación clínica en Osteopatía que combine la metodología de la medicina basada en la evidencia con los principios que rigen nuestra profesión.

Siendo que es tan necesaria más y mejor evidencia en Osteopatía para hacerla avanzar, tanto en el análisis crítico de sus procedimientos como en su regularización, encontrar publicado muestras de este equilibrio es esperanzador.