Empiezo a escribir esta entrada en el avión. Durante el 20 y 21 de Septiembre la Osteopathic European Academic Network (OSEAN) ha organizado la tercera edición de sus ya consolidados Open Forum, bajo el título Teaching Research. Dos jornadas de trabajo donde se han escuchado ponencias, ha habido foros de discusión y talleres prácticos con la investigación en Osteopatía como eje central de todas estas actividades. Lo primero a destacar ha sido el éxito de convocatoria y la representación internacional que ha habido la cual ha superando con creces las fronteras europeas donde la OSEAN normalmente actúa. Australia, Canadá, Brasil y Argentina han estado representadas junto con países habituales como Reino Unido, Francia, Alemania, Austria, Italia, España y otros menos habituales como Croacia o Portugal. La presencia de figuras relevantes en este campo ha sido uno de los detonantes de este éxito, Gary Fryer, Steven Vogel, Stephen Tyreman o Christian Fossum han encabezado un cartel de speakers que ha sido complementado con responsables de departamentos de investigación en distintas escuelas e investigadores en el campo de la Osteopatía.

En algunas ocasiones se perdió un poco el objetivo original de la conferencia trasladando el debate a aspectos intrínsecos de la investigación tales como la publicación, normas de estilo, el siempre difícil encaje entre la investigación y el abordaje osteopático y las dificultades de acceder a financiación. Estos aspectos, interesantes sin duda, en ocasiones desviaron un poco el debate sobre el que se planteo la conferencia: Cómo inculcar el interés por la investigación y el pensamiento crítico a los estudiantes de Osteopatía. A pesar de ello, la conferencia fue altamente interesante y estimuladora. Gary Fryer, en su ponencia inicial, comentó la necesidad de equilibrar el “entrenamiento” clínico con el “entrenamiento” en investigación ya que la profesión está faltada de validez sobre su efectividad, informes o guías de práctica clínica basados en la evidencia y sobretodo de cultura de investigación. Este último argumento ha sido compartido por casi todos los ponentes. Es necesario crear una cultura de investigación que module la actual, demasiado basada en los principios osteopáticos, la reverencia al pasado y la posición no-crítica con los estamentos clásicos. Fryer profetizó que mantener una actitud inmóvil, aportará crecientes dificultades a la Osteopatía, disciplina que como todas las demás poco a poco se ve viendo rodeada de un entorno basado en la práctica fundamentada en la investigación…No puedo estar más de acuerdo.

A lo largo de los dos días se presentaron distintos “planes de actuación” diseñados en distintas escuelas de Osteopatía para caminar hacia estos objetivos. Como era de esperar, Australianos y Neozelandeses llevan ya un largo camino recorrido, solo seguidos tímidamente por el Reino Unido. Se evidenciaron los distintos niveles de conciencia que hay respecto a este tema entre los diferentes países. En este sentido, creo que el Open Forum sirvió para abrir muchas mentes y motivó a poner más esfuerzo y recursos para crear esa cultura de investigación de la que habló Fryer. También sirvió para identificar las dificultades y darnos cuenta de que poco o mucho todos padecemos las mismas. La principal y más fundamental es que es imposible inculcar una cultura de investigación a los estudiantes cuando esta cultura es prácticamente inexistente en el cuadro docente.

Turno para la autocrítica. El momento que vivimos y la hegemonía del modelo científico en las profesiones sanitarias modernas, dinamita el argumento de que el conocimiento osteopático debe ser transmitido de maestros a alumnos sin criticismo alguno. Muchos de los que ahora enseñamos hemos aprendido de este modelo pero, bajo mi opinión, debemos ser la generación que empiece el cambio, tal y como ha sucedido en otras profesiones. Para ello es fundamental creer que este cambio es necesario y formarse a consciencia  para poder realizarlo. Con que estrategia? con la misma que hay que aplicar a los alumnos. El alumno que estudia osteopatía tiene un perfil claramente clínico, sus deseos y sus preferencias consisten en adquirir competencias para ayudar a sus pacientes, no para la investigación. Es un error dirigir a estos estudiantes a una carrera investigadora, de hecho, se cuestionó la conveniencia de realizar tesinas o trabajos de investigación de fin de curso. Inculcar una cultura de investigación no significa “crear” researchers sino research consumers. El objetivo es integrar el análisis crítico basado en la evidencia en todo el componente teórico y práctico del programa, para que encuentren en él, las herramientas clínicas necesarias para su práctica asistencial. Algunos alumnos, los menos, querrán acercarse más a la investigación y probablemente serán los que publiquen, pero, con este modelo, la gran mayoría tendrá integrada la práctica basada en la evidencia en su abordaje clínico. Esto supone un reto a los docentes muchas veces acomodados en las viejas escrituras. Obliga a reciclarse, a saber buscar, a leer compulsivamente y a encontrar soporte científico a la mayor parte del contenido que se transmite. Obliga a formar al alumno para que sea crítico, para que sea curioso, para que no se conforme y para que contraste lo que le dicen. Para que sea autónomo en esta tarea y para que sepa hacer uso de las posibilidades que la tecnología le ofrece para este fin. Dicen que la fuente de conocimiento ya no es el profesor, el profesor es el que guía al estudiante para encontrar las respuestas a las preguntas.

Bueno, quizás aquí hago un salto en el camino. Estoy completamente a favor de que la cultura de estudio osteopático cambie hacia un modelo más científico pero a la vez creo que hay que preservar aquello que hace a la Osteopatía especial. La experiencia manual y la habilidad palpatoria no se encuentra en ninguna base de datos. La información que se extrae del contacto manual con el paciente es imposible de objetivizar. Todo terapeuta manual mejora sus habilidades conforme avanza en su desarrollo clínico y esto solo se puede transmitir “a la vieja usanza”. Honestamente os diré que me gusta que sea así. Si bien creo que no podemos seguir basando nuestro pensamiento clínico en argumentos no probados, pienso que las habilidades manuales solo te las puede transmitir un maestro. A esto hay que añadirle la particular forma de entender la salud que tiene la Osteopatía la cual debe también preservarse a toda costa. Actualizando los principios, pero con una clara vocación de avanzar hacia el nuevo modelo llevándolos con nosotros.

Creo que conferencias como estas son necesarias para nuestro colectivo y, de alguna manera, siento que algo está cambiando en la mentalidad de la profesión. Nos queda mucho por recorrer, de hecho, casi todo. No obstante somos una profesión joven y tremendamente activa y apasionada. Si movemos las primeras fichas, la reacción está asegurada. Frecuentemente vemos en la investigación un muro infranqueable, la pereza nos invade y la falta de conocimientos frenan nuestros intentos de acercarnos a ella. Somos clínicos, no investigadores. Pues bien, esto ya no es posible o aceptado. Todo clínico debe ser un poco investigador, como mínimo, research consumer. De otro modo y aunque quizás nosotros no lo veamos, la profesión se irá extinguiendo y con ella, todo su potencial no explorado.

Como siempre, agradeceré mucho vuestros comentarios sobre este tema tan importante a debatir. Un Saludo